La historia de una mujer que, para desafiar al vacío, imaginó puertas donde sólo había muros; una mujer que descubrió que la búsqueda de cualquier camino empezaba por encontrarse a sí misma.
Contadoras de garbanzos
En un circo de segunda, decadente y ruinoso, La mujer del domador de leones le porfía a la soledad su último manojo de ilusiones. Vive para trabajar y sufrir… y desea escapar para vivir. Entre la angustia y el desgarro, ese deseo late como una esperanza que siega, día tras día.
A lo largo de sus seis años de trayectoria, Silencio Danza ha trabajado en pos de una identidad propia, un lenguaje definido que se fundamenta en la unión del teatro y la danza. En esta ocasión, la directora vuelve la mirada una vez más al dramaturgo Raúl Cortés. El montaje se inspira en la palabra para ir más allá de ella, trascenderla a través de la danza y darle entidad propia. Un texto eminentemente teatral y poético llevado al cuerpo. Seguir adentrándonos en las bases de un flamenco conceptual y contemporáneo; buscar los límites de su expresión con una estética austera, sobria, atendiendo al nacimiento de una propuesta que pretende dar un paso más en el trabajo de creación y dramaturgia de Silencio Danza.
Contadoras de garbanzos, pretende alejarse de todo artificio en pro de una línea limpia, más cercana a lo teatral bien entendido desde la danza para lanzar un mensaje claro y directo conectando con el espectador desde la emoción. Un trabajo que da un paso más hacia la investigación. Contadoras… convierte a la mujer, en su condición de mujer, con toda su lucha histórica, en el vehículo apropiado para reflexionar al respecto.
“Contadoras de garbanzos”, siembra de espejos los caminos que transitamos y escruta el valor de la imagen reflejada: cuánto se empeña en miedos y cuánto en culpas.
La obra ha sido Mención Especial del Jurado en el X Encuentro Internacional de teatro de Azul 2009, en Buenos Aires (Argentina), Premio Escena Joven 2008 (Málaga), y X Premio Internacional de teatro de autor Domingo Pérez Minik 2007 (Canarias).
Además, el Premio Nacional y Premio Ojo crítico, Daniel Doña, colabora coreografiando una de las piezas.. Magnífico broche a un trabajo que busca la poética de los sentidos.