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Conchi Maya es un espectáculo flamenco de raíz, sin ambages, abocado a poner en valor la esencia del baile racial de su protagonista; pero también un punto de inflexión en la carrera de esta bailaora gitana, que tras haber desarrollado una exitosa carrera como bailaora de cuadro y en diversas compañías, se redescubre, por vez primera, como solista, arropada por un cuadro de excepción.
Esta ópera prima llega después de un largo proceso de decantación musical y coreográfica que ha pasado, durante las últimas décadas, por todas y cada una de las etapas de la formación artística que marcan los cánones del baile flamenco tradicional. Por ello, y en aras de su vocación esencialista, ha sido bautizada con su propio nombre, Conchi Maya, con la noble intención de rendir cuentas ante su público de un bienhallado momento de madurez.
A través de las tres coreografías que hilan este espectáculo, su protagonista rinde un sincero homenaje a los tres elementos nucleares de su personalidad bailaora. En primer lugar, al baile flamenco de academia, que aprendió y desarrolló desde su más tierna infancia bajo la tutela de maestros como Mario Maya o Manolete; en segundo, al baile flamenco gitano, cuyo imaginario se nutre de vivencias y encuentros pertenecientes al ámbito familiar en los que el baile más que aprenderse, se practica; y, por último, al baile flamenco de Granada, cuyo sello particular se ha afianzado en sus pasos y movimientos a través de sus años de experiencia en los tablaos y cuevas de la capital andaluza.
Asimismo, esta elaborada y personalísima relectura de algunos de los palos más representativos del baile flamenco, ha sido desarrollada bajo la dirección musical del cantaor hispalense Javier Flores El Indio, cuyo esmero en la selección de las letras y melodías que conforman el espectáculo denota un conocimiento exquisito de la tradición, que no por cabal deja de entrever ciertos aires frescos.
Conchi Maya, espectáculo y bailaora, se asoman a la primera línea de creación del panorama flamenco tradicional con la vocación indiscutible de hacer mella, pisando muy despacio, pero con mucho peso.
BIOGRAFÍA
Conchi Maya (Motril, Granada, 1975) se cría en el seno de una humilde familia gitana donde el flamenco forma parte de la vida cotidiana. Es hija de Conchi Maya, de quien toma su nombre artístico, y de Antonio Gómez, más conocido como “Antonio el de la Juana‟, un reconocido guitarrista de la región que nunca llegó a dedicarse profesionalmente, pero que se preocupó de transmitirle los misterios del cante, del baile y del toque flamenco.
Ya desde muy pequeña su madre se percató de que bailaba tímidamente en su cuarto cuando su padre tocaba la guitarra. Por ello decidieron iniciar su formación académica en la escuela de Pepito Vargas de Málaga y en la academia de Eva La Yerbabuena de Granada; un aprendizaje que tuvo lugar durante los primeros años de su infancia y adolescencia.
Con tan solo 17 años, tuvo lugar un encuentro que marcaría el inicio de su carrera profesional. Una noche en la que actuaba en la Peña Flamenca de Molvízar, su incipiente talento sedujo a Lola Flores, que se encontraba entre el público, y que mandó llamar enseguida a su padre: “Prepara la maleta de la niña, que me la llevo pa‟ Madrid”, le espetó. Gracias a la mediación de la cantante, pocas semanas después entró en la compañía de Joaquín Cortés, con quien estuvo de gira mundial durante cuatro años con el espectáculo Pasión gitana.
Desde entonces ha bailado en multitud de países, compañías, escenarios y tablaos. Entre sus trabajos más destacados sobresale su rol de primera bailarina en el espectáculo Diálogo del Amargo de la Compañía de Mario Maya y diversos papeles relevantes en los espectáculos Bodas de sangre, Rango y Fuenteovejuna de la Compañía de Antonio Gades.
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