Tienes que dejar a un lado la lógica, aceptar lo que ves, y dejarte llevar. Es un obra que habla de la experiencia vital, de lo que somos y de como lo que vivimos condixiona lo que somos. El valor del Gehiago irakurri recuerdo ante todo.

Montaje valiente, arriesgado, que te toca. Bien interpretado e interesante en su planteamiento. Solo pide por tu parte, que te abras, que te dejes llevar. Mención especial a sus intérpretes. Con su Gehiago irakurri ucidez, su locura y su entrega el montaje cobra toda su razón de ser. Ojalá tenga larga vida.

Para ver, oír y sentir. Una propuesta atrevida y acertada, sólo hay que dejar que te llegue, dejar que la parte racional descanse y no tratar de encontrarle un sentido a todo, sencillamente abrir los Gehiago irakurri entidos y volar con ellos.

No sé exactamente que es; la poesía, el movimiento, las intérpretes, las sensaciones. Todo y nada a la vez. Pero salí tocado. Con algo que me removía en el estómago. Una especie de malestar. ¿No es es Gehiago irakurri el fin último del teatro? Tocarnos. Removernos. Sacudirnos.

Un maravilloso espectáculo visual que conjuga imágenes, danza,sentimientos. Yo ya he ahondado en mi agujero de gusano, ¡te animo a hacerlo!