Tras la pérdida de la colonia cubana, el ejército español vuelve a España derrotado y es instalado en las casas de los ciudadanos castellanos. Uno de los soldados de la Segunda Compañía de Lucena, Juanito Ventolera, es alojado en casa del boticario Don Sócrates Galindo.
De camino a su hospedaje, se topa con el prostíbulo El Tapadillo de la Carmelitana. Juanito se queda prendado de Ernestina, la Daifa. Ella, cautivada por la labia y el descaro del soldado, le cuenta su triste historia: se quedó embarazada y al confesárselo a su padre le echó a la calle y se vio obligada a prostituirse para sobrevivir. El Boticario, padre de la Daifa, muere súbitamente al recibir una carta de auxilio de su hija. Ante la muerte de su patrón, Juanito ve la oportunidad de robarle el traje de gala con el que le entierran para impresionar a la Daifa.
La hybris de Juanito Ventolera desencadena la tragedia.